Durante un viaje a Sudamérica desde la ventana podía divisar una paisaje realmente hermoso y me inspiró para compartir lo siguiente.
Espejos en el suelo, relieves elevados por magia de luces translúcidas
Rombos y triángulos. puertas a lo indefinido
Pequeñas lentejuelas de vida
Huellas dactilares plasmadas por la naturaleza
Pedazos de espuma flotante
Ramificaciones divergentes de vida
Toda la decoración forma parte de la existencia, ninguna pieza es en vano.
Tapetes blancos afelpados que reflejan la intensidad del invierno
Un océano gigante corona la adversidad
Montañas, mesetas, dichosos los gigantes que habitaron este mundo en su inicio.
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