viernes, 24 de mayo de 2013

Adicción

Un día decidí dejar de consumir tu elixir. Me armé de valor, me sentí la mujer más madura y valiente del mundo al tomar dicha decisión.
Fueron pasando los días y no te quise dejar ir. Volví a consumirte sabiendo que te tendría que volver a dejar, ya sea por salud propia o por un instante de valentía estúpida.

Ahora me veo y recuerdo todos los días que sufrí el síndrome de abstinencia. Los recuerdo tan bien que todavía duelen.
Casi un mes de depresión por tu lejanía, luego varios días llorando por tu regreso.
Vino otra crisis de valentía y decidí alejarme más y más de ti, Oh vicio querido. Te escribí cartas de despedida, quise ser lo suficientemente fuerte para ya no buscarte yo y que fueras tú el que se quisiera encontrar conmigo. Lamentablemente y por obvias razones nunca fue ese el caso. Y yo volví a caer en tus garras, ahora con menor dosis, no fuera a ser que me volvieran a dar síndromes de abstinencia.
Lo estaba logrando bastante bien, hasta hoy.
No entiendo porqué volvió a pasar.
El dolor de cabeza, la tristeza de tu no existencia, la desesperación, los múltiples recuerdos tuyos y lo peor las alucinaciones que aluden tu recuerdo.
Por qué me volvió a pasar? será a caso que me descuidé y tomé más dosis de la que debería, será que mi ser desea y anhela fuertemente tu regreso.
Eres un bien o un mal para mi?
Qué sigue?
tratarte de alejar definitivamente?

O

Tratar de vivir contigo amándote como te amo
 Oh vicio mio

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